Murió Manfredi Argento. A los 78
años
Juan Carlos Montero
Fuente: Domingo 10 de marzo de
2002 | Publicado en edición impresa
Estuvo vinculado al Teatro Colón
como pianista y régisseur
Manfredi Argento fue una figura
apreciada de Buenos Aires, que a la edad de 78 años murió en Italia, en febrero último,
aunque la noticia fue dada a conocer hace pocos días. Nacido en Buenos Aires, se
vinculó al Teatro Colón a partir de 1941 como pianista de la Escuela de Baile. Egresado
del Conservatorio Municipal Manuel de Falla, pasó a la Escuela de Opera del mismo
teatro.
Siguió cursos de perfeccionamiento con Amalia Cocq de Weingand y José Martí Llorca,
y en 1950 obtuvo el cargo de maestro interno del Teatro Colón, comenzando una
ascendente labor como director de orquesta sustituto que incluyó actuaciones en el
Teatro Argentino de La Plata.
Por su simpatía y calidez cosechó la estima de quienes alternaron con él, y cuando
comenzó en 1952 formalmente su carrera artística, a partir de una serie de
presentaciones televisivas en San Pablo y Río de Janeiro e integrando el elenco del
primer ciclo de ópera de cámara del Colón, algunos críticos musicales advirtieron y
señalaron en numerosas notas méritos muy destacados en el joven músico.
Fue así como, en la sala del Teatro Colón, se presentó por primera vez en un concierto
llevado a cabo durante la temporada de 1955, y al año siguiente tuvo a su cargo la
dirección musical de espectáculos de ballet, terreno que frecuentó con tal solvencia
como para quedar vinculado a esa difícil especialidad por varios años consecutivos,
durante los cuales integró espectáculos que contaron con grandes figuras de la danza,
como Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev, o con las estrellas del Bolshoi de Moscú, el
Ballet de Leningrado y el American Ballet de Nueva York, con ocasión de las
respectivas visitas de estos conjuntos a Buenos Aires.
En el terreno de la ópera, dirigió en el Colón varios títulos del gran repertorio, como "El
barbero de Sevilla", de Rossini; "Madama Butterfly", "Manon Lescaut" y "La Bohème",
de Puccini, así como "La Traviata", de Verdi, entre otros, y numerosas funciones líricas
en el Argentino de La Plata y otros escenarios del país.
Sin embargo, a pesar de su profundo amor e inclinación por la ópera, Manfredi Argento,
al tomar la determinación de radicarse en Europa, fue contratado en primer término por
el Teatro Alla Scala de Milán para dirigir funciones de "Coppelia", de Leo Delibes, y de
los ballets "Babar", de Francis Poulenc, y "Excelsior", de Romualdo Marenco. Algunas
presentaciones líricas en la célebre sala las llevó a cabo tiempo después. Asimismo, el
músico italoargentino cumplió compromisos internacionales en Tenerife (dirigió al tenor
Alfredo Kraus en versiones de "Werther", de Massenet), Arena de Verona, Bologna,
Sicilia y México, donde fue colaborador del tenor Giuseppe Distefano en una gira de
conciertos.
Quienes tuvieron la oportunidad de escuchar algunas de
sus versiones orquestales en forma directa recordarán
seguramente su personal estilo de conducción, incisivo y
temperamental, y la cálida expresión del discurso
musical, aspectos que otorgaban indudable interés a sus
presentaciones.